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El pueblo llora a sus muertos |
Tras
la reciente muerte de ocho indígenas k’iches en Guatemala, como consecuencia de
la brutal represión desatada por la soldadesca que cumplía órdenes del
gobierno, y ante la condena internacional, el presidente Otto Pérez prohibió al
ejército que intervenga en la contención de manifestaciones.
La
Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos
afirmó que: “Existen elementos relevantes para considerar que la muerte de las personas
podría comprometer la responsabilidad del Estado de Guatemala bajo la figura de
ejecución extrajudicial o arbitraria”.
De
igual manera, conocidas las investigaciones del Instituto de Ciencias Forenses
de Guatemala, se confirmó que tres personas murieron por disparos de bala que
provinieron de armas que portan los miembros del ejército.
Mientras
tanto, ocho soldados se encuentran detenidos en el cuartel del Ejército hasta
que concluyan las investigaciones. Ellos dicen haber disparado al aire.