Campesinos en protesta.
Pese a esa fuerte represión los cafeteros colombianos se mantienen en paro nacional exigiendo al presidente Juan Manuel Santos que los atienda y preste atención a sus justas demandas.
Los campesinos denunciaron que han sido atacados con bombas lacrimógenas, pese a estar caminando por la senda que les habían indicado, valiéndose el Gobierno de la fuerza desmedida contra una población civil desarmada, para intentar quebrar el paro. Hasta ahora se han reportado unos 75 heridos.
Los huelguistas están solicitando al gobierno central que los escuche y que revise todos los Tratado de Libre Comercio firmados.
Más de 550 mil familias son las que viven de la producción y comercialización del café y ven cómo se frenan cada vez más las importaciones de otros países y se sienten muy perjudicados por los créditos y la falta de subsidio por lo que exigen que se abaraten los insumos para atacar plagas que afectan al café.