Los transgénicos amenazan nuestra salud, deterioran el medio ambiente y destruyen la agricultura familiar o sostenible, agravando el hambre en el mundo. |
Monsanto utilizó una publicidad engañosa al promocionar una soja transgénica el año 2004, alentando su consumo de semillas modificadas genéticamente cuando aún estaban prohibidas en Brasil.
Y no sólo alentaban su consumo, sino también afirmaban que dichas semillas eran altamente beneficiosas para el medio ambiente. Esta consideración la tuvo en cuenta el Tribunal de Justicia con sede en la ciudad Porto Alegre.
Sin embargo, el fallo judicial todavía puede ser apelado. De ser ratificado la transnacional deberá pagar 250 mil dólares de indemnización por difundir información engañosa.
Pero, la transnacional más grande del mundo, y también la más detestada, podría pagar siete mil quinientos millones de dólares a cinco millones de agricultores se soya brasileños que han demandado a Monsanto por regalías.
Brasil es el segundo productor a nivel mundial de cultivos transgénicos, superado solo por Estados Unidos. La gran mayoría de áreas cultivadas son de soya que ha sido alterada genéticamente por Monsanto para resistir al herbicida Roundup, producto de la misma compañía.